26 Nov


Lo reconozco: conocí a Anabel por Facebook, en concreto en un foro sobre literatura infantil y juvenil en el que las dos participábamos. Algo en ella me llamó la atención. ¿Fue simplemente sus respuestas en el foro? ¿Fue la belleza de su cuento ilustrado, "la Ventana Mágica" en la ayuda no sólo a los niños a enfrentarse al miedo? ¿Fue una mezcla de todo? Supongo que sí. Entré en su perfil y lo que vi aún me fascinó más. ¡Era cuento-terapeuta! Así que le pedí hacerle una entrevista para mi blog de Inter-generacionalidad y... aquí la tenemos!!

Bueno, Anabel, yo he hecho la presentación "a mi manera", pero ahora te dejo que te presentes tú...

Anabel García Capapey. Licenciada en Derecho, en posesión del C.A.P. Terapeuta Gestal. Miembro Docente en la formación en Cuentoterapia. Formada en el programa SAT Educa, de Claudio Naranjo.

Desde hace varios años imparto cursos y talleres relacionados con la gestión de las emociones, especialmente con las pérdidas y el duelo, utilizando los cuentos como principal herramienta. Mi trabajo de Cuentoterapeuta abarca terapia individual, talleres para niños, cursos para profesores, padres, personal sanitario, cuidadores formales y no formales, personas mayores de 60 años y empresas privadas.

¡Cuántas cosas que se pueden hacer con algo tan aparentemente simple como un cuento! ;-) Y ahora, ya que estamos en un blog sobre Inter-generacionalidad... ¿me cuentas algo relacionado con tu infancia?

He sido cuentista desde pequeña. Y si lo pienso, también Cuentoterapeuta, porque he utilizado las historias para ayudarme a entender el mundo; para soñar; para acompañarme en la soledad y también las he regalado a otros cuando mi corazón me ha dicho que las necesitaban.

Y regalando, regalando...publicaste un primer libro del que ya he hablado un poco. (Lo siento, no me he podido callar)

En 2016 publiqué mi primer cuento ilustrado “La ventana mágica” y en 2018 acaba de ver la luz mi segundo cuento “La bondad, la belleza y el verso”.

¡Y tienes un segundo libro!

Respecto a cómo llegué a la Cuentoterapia, fue a través de un taller que se impartió dentro de la Formación de Terapia Gestalt. Durante todo un fin de semana trabajamos con cuentos y a mí me pareció una herramienta maravillosa para poner en práctica con un grupo de mayores de 60 años al que entonces impartía talleres de gestión emocional.

Pasado un tiempo, mientras realizaba una formación sobre eneagrama, conocí a una pareja y comenté con ellos que trabajaba con cuentos. Ellos me dijeron “Nosotros organizamos la Formación de Cuentoterapia en Barcelona” y yo sólo pensé ¿eso existe? Y allí que me fui de cabeza y sin preguntar nada más. Fue llegar y saber que había encontrado mi sitio.

Para mí los cuentos han sido muy importantes en mi vida. No sólo los cuentos, también la poesía, las canciones, la literatura…Siempre he sentido con mucha fuerza el poder de la palabra y de las historias, tanto habladas como escritas.

He buscado el acercamiento a personas que me contaban historias o me prestaban libros y en mi casa los cuentos han estado siempre muy presentes.

Mi abuela me contaba historias de miedo. Las contaba como historias reales y a mí me atraían y me aterraban en la misma medida.

Aquí llegamos: tu abuela. Esa gran contadora de cuentos de miedo. Ya hablamos de eso un día y me ofreciste contarme alguno de los cuentos que te contaba tu abuela...y yo te dije que no...que soy demasiado miedosa.

Recuerdo con mucho amor y como esos momentos especiales que marcaron mi infancia, los domingos por la mañana cuando mi madre se levantaba y mi hermano y yo corríamos a meternos en la cama con mi padre, uno a cada lado. Él nos contaba los cuentos clásicos. Su preferido era “Los siete cabritillos y el lobo”. Con el tiempo he pensado que quizás le gustara tanto porque es un cuento que nos habla del valor del pequeño, ya que él es el único que consigue esconderse y salvar a sus hermanos. Mi padre era el pequeño de ocho hermanos sin padre.

Y mi madre inventaba muchísimos cuentos para conseguir que me dejase peinar los rizos. En sus cuentos aparecía toda la familia: mis tíos, mis abuelos…Mi tío Benjamín, que era churrero, espantaba al lobo con el palo de enroscar los churros.

Así que no es de extrañar que tuviese inquietudes de escribir desde pequeña.

Como te decía antes, en el año 2016 publiqué La Ventana Mágica, un cuento que escribí para mi hija cuando tenía que pasar al “Cole de los mayores” y le escuché comentar con sus amigos que no querían volver a ser los más pequeños y que tenían miedo de todas las cosas tan difíciles que les enseñarían, de ese recreo tan grande, y de dejar de ver a su profesora…

Llevo muchos años trabajando con ese cuento en talleres que imparto para profesores y con adultos para trabajar el miedo a los cambios y hace un par de años estuve en Colombia impartiendo un Diplomado de Capacitación y Emprendimiento y lo leía cuando hablaba de salir de la zona de confort, así que el mensaje que contiene La Ventana Mágica no es únicamente un mensaje para niños y niñas. Y ya que me vuelves a hablar de tu primer libro... cuéntame cosas del segundo, que lo estoy deseando. Respecto a mi nuevo cuento “La bondad, la belleza y el verso” cuenta la historia de una niña que, sin saber muy bien por qué, un día se enfadó con la letra Uve. Todas las cosas que ella rechazaba contenían esa letra: la envida, el vicio, la vanidad…en cambio la Be era como ella, que se definía a sí misma como bienhechora, buena y un poco bobalicona… Es un cuento que nos habla de polaridades y sombras y nos hace ver la necesidad de aceptar esas partes negadas, aquello que no nos gusta ver tanto de nosotros mismos como de los demás.

Me preguntas por mi estancia en Colombia llevando la Formación en Cuentoterapia.

¡Gracias por recordármelo! No quería que se me olvidara. Me interesa muchísimo.

Cuando estuve impartiendo el Diplomado sobre emprendimiento, vino conmigo otra compañera Cuentoterapeuta y las dos trabajamos el tema del emprendimiento a través de cuentos. Nos dimos cuenta de cómo en Colombia se valora la palabra, la tradición oral y las historias y nos enamoramos de sus mitos, sus cuentos y sus tradiciones, pero a la vez surgió el deseo de llevar allí nuestros cuentos y la formación en Cuentoterapia. Ha sido todo un éxito. Ya se ha cerrado una formación completa y esperamos iniciar otra en el próximo año. Hemos descubierto personas maravillosas con las que compartir historias y vida. Creo que con esto quedan respondidas todas tus preguntas.

Me ha encantado participar en tu blog. Muchas gracias.

Muchas gracias a ti, Anabel, por compartir conmigo.

Nos seguimos contando.

¡No lo dudes!!



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